Los inicios de Internet (web) nos remontan a los años 60. En plena guerra fría, Estados Unidos crea una red exclusivamente militar, con el objetivo de que, en el hipotético caso de un ataque ruso, se pudiera tener acceso a la información militar desde cualquier punto del país. Este red se creó en 1969 y se llamó ARPAN ET.
En principio, la red contaba con 4 ordenadores distribuidos entre distintas universidades del país. Dos años después, ya contaba con unos 40 ordenadores conectados. Tanto fue el crecimiento de la red que su sistema de comunicación se quedó obsoleto. Entonces dos investigadores crearon el Protocolo TCP/IP, que se convirtió en el estándar de comunicaciones dentro de las redes informáticas (actualmente seguimos utilizando dicho protocolo)
ARPANET siguió creciendo y abriéndose al mundo, y cualquier persona con fines académicos o de investigación podía tener acceso a la red. Las funciones militares se desligaron de ARPANET y fueron a parar a MILNET, una nueva red creada por los Estados Unidos. La NSF (National Science Fundation) crea su propia red informática llamada NSFNET, que más tarde absorbe a ARPANET, creando así una gran red con propósitos científicos y académicos. La promoción y el desarrollo de las redes fue abismal, y se crean nuevas redes de libre acceso que más tarde se unen a NSFNET, formando el embrión de lo que hoy conocemos como INTERNET.
Y la historia de Internet continúa... poco después de la adopción generalizada del protocolo TCP-IP ARPAnet fue desmilitarizada por completo, lo cual sucedio el 1 de Enero de 1983, fecha que algunos mencionan como la de nacimiento de Internet. Para entonces ya estaba claro que las comunidades académicas eran las principales usuarias de la Red de redes, y que su actividad principal era la de mandarse mensajes de correo electrónico. "En 1985 la Internet ya era una tecnología bien establecida", afirma el documento de la Internet Society, pero era conocida sólo para unos pocos, y aún faltaban muchos años antes que comenzara a ser descubierta por la gente común, y ni hablar del sur del planeta.
En cambio muchos aficionados al género de la ciencia ficción se iniciaban en las visiones de la posteridad ciberespacial a través de una novela muy premiada y traducida, "Neuromante". El autor William Gibson hizo allí una revelación: el término ciberespacio. En esos tiempos la Red era básicamente textual, así que el escritor se inspiró más bien en los videojuegos. Pero con el tiempo la palabra iba a consolidarse, y ciberespacio terminó por ser sinónimo de Internet.
A esas alturas el futuro estaba desatado. En 1986 la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF) de Estados Unidos estableció una 'backbone' o troncal de Internet, con cinco nodos interconectados a altas velocidades. ARPAnet vivía sus últimos momentos, llegaba la hora de su extinción al borde de los 90. En ese momento la acción se trasladó a Suiza.
En el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), que tiene su sede en esa neutral nación europea, Tim Berners Lee dirigía la búsqueda de un sistema de almacenamiento y recuperación de datos. Rescató entonces un proyecto alucinante llamado 'Xanadú' que había sido proclamado por Ted Nelson, quien anunció el advenimiento del 'hipertexto' como una fórmula para vincular todo el conocimiento humano. Berners Lee retomó la idea de Nelson de usar los 'hipervínculos' y en 1989 presentó un trabajo titulado "El manejo de la información: una propuesta". Robert Caillau, quien cooperó en el proyecto, cuenta que en octubre de 1990 decidieron ponerle un nombre a este sistema, y entonces lo llamaron World Wide Web (WWW) o Telaraña Mundial.
Era el detonador de una explosión. La nueva fórmula permitía vincular la información en forma lógica y a través de las redes. El contenido se programaba mediante un lenguaje de hipertexto con 'etiquetas' que asignaban una función a cada parte del contenido. Y luego un programa de computación, un intérprete, era capaz de leer esas etiquetas para desplegar la información. Ese interprete sería conocido como 'browser' o navegador.
En 1993 ocurrió algo muy importante: Marc Andreesen produjo la primera versión del navegador Mosaic, que permitió acceder con mayor naturalidad a la WWW. La interfaz gráfica iba más allá de lo previsto y la facilidad con la que podía manejarse el programa abría la Red a los legos. Poco después, Andreesen encabezó la creación del programa Netscape.
A partir de entonces Internet comenzó a crecer más rápido que ningún otro medio de comunicación en la historia de la humanidad, convirtiendose en lo que hoy todos conocemos...
En cambio muchos aficionados al género de la ciencia ficción se iniciaban en las visiones de la posteridad ciberespacial a través de una novela muy premiada y traducida, "Neuromante". El autor William Gibson hizo allí una revelación: el término ciberespacio. En esos tiempos la Red era básicamente textual, así que el escritor se inspiró más bien en los videojuegos. Pero con el tiempo la palabra iba a consolidarse, y ciberespacio terminó por ser sinónimo de Internet.
A esas alturas el futuro estaba desatado. En 1986 la Fundación Nacional de las Ciencias (NSF) de Estados Unidos estableció una 'backbone' o troncal de Internet, con cinco nodos interconectados a altas velocidades. ARPAnet vivía sus últimos momentos, llegaba la hora de su extinción al borde de los 90. En ese momento la acción se trasladó a Suiza.
En el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (CERN), que tiene su sede en esa neutral nación europea, Tim Berners Lee dirigía la búsqueda de un sistema de almacenamiento y recuperación de datos. Rescató entonces un proyecto alucinante llamado 'Xanadú' que había sido proclamado por Ted Nelson, quien anunció el advenimiento del 'hipertexto' como una fórmula para vincular todo el conocimiento humano. Berners Lee retomó la idea de Nelson de usar los 'hipervínculos' y en 1989 presentó un trabajo titulado "El manejo de la información: una propuesta". Robert Caillau, quien cooperó en el proyecto, cuenta que en octubre de 1990 decidieron ponerle un nombre a este sistema, y entonces lo llamaron World Wide Web (WWW) o Telaraña Mundial.
Era el detonador de una explosión. La nueva fórmula permitía vincular la información en forma lógica y a través de las redes. El contenido se programaba mediante un lenguaje de hipertexto con 'etiquetas' que asignaban una función a cada parte del contenido. Y luego un programa de computación, un intérprete, era capaz de leer esas etiquetas para desplegar la información. Ese interprete sería conocido como 'browser' o navegador.
En 1993 ocurrió algo muy importante: Marc Andreesen produjo la primera versión del navegador Mosaic, que permitió acceder con mayor naturalidad a la WWW. La interfaz gráfica iba más allá de lo previsto y la facilidad con la que podía manejarse el programa abría la Red a los legos. Poco después, Andreesen encabezó la creación del programa Netscape.
A partir de entonces Internet comenzó a crecer más rápido que ningún otro medio de comunicación en la historia de la humanidad, convirtiendose en lo que hoy todos conocemos...
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